El tren donde todos viajamos.
Muchas veces hemos comparado la vida a un tren, en el que
subimos cuando nacemos y vamos haciendo paradas en diferentes estaciones.
Vivimos y morimos en ese trayecto hasta la estación final de nuestras vidas...
Compartimos con gente diferente, conocemos a unos y despedimos a otros.
Algunas veces nuestro equipaje es grande... otras nos
despojamos de parte de él, para viajar más ligero, cada uno a propia voluntad.
Pero también es cierto que ningún viaje tiene la garantía
completa de que no podemos sufrir algún percance, la casualidad, la suerte, la
causalidad, las consecuencias de actos en los que no medimos los riesgos. O
simplemente el Destino que marca la existencia..., pueden ser factores para que
nuestro viaje diario cambie o termine antes de lo previsto.
Estamos también expuestos a muchos condicionantes que
nosotros no podemos manejar...y terminamos siendo víctimas sin ninguna culpa.
Pero eso el riesgo de vivir y se convierte en la famosa frase "Ley de
Vida".
Las personas que han muerto en el tren de Santiago,
lamentablemente tuvieron uno de esos percances y fueron forzosamente bajados
del tren por un accidente o porque su Destino estaba ya marcado.
Los que aun seguimos viajando en el tren de la Vida,
lloramos su partida, nos conmueve la tristeza de sus familiares, porque todos
somos humanos y ver sufrir a los demás nos duele.
Quedara en el recuerdo esa fecha y ese día 25 de Julio del
2013. En una curva fatídica del trayecto Madrid-Santiago, despedimos a las
personas que se quedaron a 4 kms de la Estación.
Descansen en paz y
nuestras condolencias con los familiares.
Siempre estarán presentes en el recuerdo de nuestras vidas.
Dama Enigmática.